El surrealismo

Conozcámoslo:

Si el alcance del artista se expandió, el de la tecnología e industria también sufrió un grandísimo avance. Una revolución industrial barrió toda Europa y América, cientos de fábricas fueron construidas por la incipiente clase media, la gente empezó a trabajar en ellas, en vez de hacerlo en sus casas y comenzó así la nueva era de la industria de la transformación. En vez de hilar los ovillos a mano, se hacían a máquina aumentándose considerablemente la producción. Las fábricas se unían con un nuevo sistema de transporte, se construyeron miles de kilómetros de vías férreas, grandes redes de canales surcaban los países, puentes de hierro llevaban las carreteras y vías férreas por encima de valles y ríos y la invención de la fotografía capturó todas estas imágenes para el resto de los tiempos. La burguesía, el grupo social más pujante, aumentó su poder económico e influencia. Con la industrialización y el desarrollo tecnológico, las ciudades se hicieron más habitables. Permitió a las clases medias y populares urbanas prolongar su tiempo de ocio realizando fiestas o gozando de amplios y modernos paseos. Las llamadas sufridas clases medias, pequeños comerciantes, abogados, médicos enseñantes etc, gustaban de dejarse ver en los cafés de la época. Eran muy frecuentes las reuniones literarias políticas o musicales. En general, la sociedad urbana albergaba el sentimiento de estar participando de una era de progreso y expansión. La revolución industrial llevó a una nueva organización del trabajo ya que las habilidades manuales del trabajador (imprescindibles en el sistema artesanal) eran innecesarias ante las máquinas. La clase obrera emergentes, el proletariado, se vio completamente subordinada a los patronos, con horarios excesivos y salarios que apenas garantizaban la supervivencia.