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Estructura de la hormiga

Las hormigas se caracterizan por sus antenas y por un exoesqueleto que cubre y protege sus cuerpos. Como todo insecto, no poseen pulmones y respiran a través de espiráculos ubicados en sus costados.

La mayoría de las especies de hormiga tiene una visión muy pobre, pero las antenas les permiten detectar sustancias en el aire así como vibraciones. Sus mandíbulas son muy fuertes, pues con ellas construyen nidos, transportan alimento y se defienden de sus depredadores. El color de su estructura corporal varía del rojo al negro.

El tamaño de las hormigas también varía mucho, pues la diversidad de especies que existen permite que haya diferencias físicas. La reina por ejemplo, es más grande y posee alas, a diferencia de las obreras que son de menor tamaño y pueden ser distintas físicamente de acuerdo al lugar donde habitan, pero generalmente oscilan entre los 75 y 52 mm.

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