Otras veces no es posible trabajar con toda la población.
Por ejemplo, supongamos que debemos estudiar la altura de los niños que cumplen 10 años en el presente año. Nos damos cuenta de que no podemos hacerlo con todos los cientos de miles de niños que cumplen 10 años en el país, lo que sería toda la población o conjunto completo.
Podemos hacerlo con un grupo que sea manejable. O sea que vamos a usar una muestra.
Queremos que esa muestra sea una buena representación de todo el conjunto. No podemos quedarnos con los más altos, porque en ese caso estaríamos deformando los resultados. Tampoco con los más bajos, ni siquiera con los que están en el medio. Hay que buscar una muestra que sea lo más heterogénea posible, pensando siempre que sea una representación en pequeño de toda la población.
Por lo tanto, un muestreo consiste, justamente, en tomar una parte de un conjunto, estudiar una de sus características y tratar de analizar si con cuidado podemos extender los resultados y conclusiones a todo el conjunto, a toda la población estudiada.