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Enojos en el Río de la Plata

Marqués de SassenayEn agosto de 1808 llegó a Buenos Aires el enviado de Napoleón, el marqués Claude-Henry-Étienne Bernard de Sassenay, quien tenía por misión hacer conocer de forma oficial la abdicación de los reyes españoles, la instalación en el trono de José I y, además, hacer jurar lealtad al nuevo monarca.

Tras haberse enterado de la llegada del francés, Liniers quedó muy incómodo y enojado.


Entonces,
Liniers convocó a la Real Audiencia y al
Cabildo de Buenos Aires
para decidir qué posición tomar y no dar pie a la crítica ya que estaba en una situación política muy endeble, era rehén del Cabildo y se encontraba alejado del pueblo... además no tenía ejército propio. 

La reunión entre Liniers y Sassenay fue "pobre y fría"

Enojo

Se realizó en presencia de los alcaldes y de funcionarios reales (representantes de los organismos antes nombrados, el Cabildo y la Real Audiencia), y sucedió entre enojos e indiferencias:

 

¿Qué trajo Sassenay que provocó estos enojos?

Documentos:
Sassenay entregó documentos 
que daban cuenta de la abdicación de los dos reyes a favor de Napoleón.

Cartas:
Trajo una carta de Fernando VII estipulando que las fiestas en honor a su advenimiento no tendrían lugar (recordemos que este había asumido el trono (motivo de fiesta) pero luego abdicó en favor de José I).

Pliegos:
Tenía pliegos del Real y Supremo Consejo de Indias, entre otros, 
que, en vista de la situación de España, aconsejaban reconocer al nuevo monarca (José I).

La furia de los representantes fue tal que se quiso atentar contra la vida de Sassenay.

Para que no quedara ninguna duda sobre sus opiniones, optaron por quemar todo lo que traía el enviado.

Pero todo empeoró

La noche siguiente, Liniers recibió en su casa a Sassenay, donde intercambiaron puntos de vista y opiniones sobre el Emperador.

Conclusión de esta reunión privada fue el envío de una proclama (por parte de Liniers) pidiendo a la población que se mantuviera neutral en el conflicto había en España.

Muchos plantean que Liniers había arreglado con el enviado que le mandara un ejercito y armas.

...

Liniers intentó impedir un desenlace fatal y afirmó que Sassenay y su tripulación serían repatriados a Europa en un navío neutral, pero no lo logró.

Sassenay fue enviado a un calabozo e incomunicado.

    

El resultado fue la rebelión de Montevideo, donde se creó una junta de gobierno presidida por Elío, y el rechazo absoluto de parte del Cabildo de toda posibilidad de desconocer a Fernando VII.

Liniers era el virrey El cargo de virrey fue la máxima autoridad local del virreinato del Río de la Plata. Era nombrado por el rey de España, de quien dependía políticamente.

Las reales audiencias estaban compuestas por un presidente, que era por lo general el virrey o gobernador, y por un número variable de oidores (jueces), más algunos alcaldes del crimen (en España, México y Lima). Además, formaban parte de este tribunal un fiscal y "otros oficiales subalternos", entre ellos: un alguacil mayor, un relator, un escribano de cámara y un portero.  En la América hispana fueron los más altos tribunales de justicia.

Los cabildos fueron corporaciones municipales creadas en Canarias y posteriormente en las Indias, América y las Filipinas por el Imperio español para la administración de las ciudades.  El cabildo, también llamado ayuntamiento o concejo (concillium), era el representante legal de la ciudad o villa, el órgano municipal por medio del cual los vecinos velaban por los problemas judiciales, administrativos, económicos y militares del municipio. Su estructura y composición fue semejante a la que tuvieron los concejos de España, pero sus atribuciones variaron y también su importancia política, debido a las condiciones especiales que tuvo la sociedad de los reinos y provincias de ultramar.