Con esta descripción de las formas de resistencia se ha buscado demostrar que la resistencia no se agota simplemente en rebeliones triunfantes, huidas exitosas o luchas campales, sino que también plantean una mirada; un "¿por qué?", un grito; por qué no, el silencio; una canción; un relato o una poesía constituyen otras formas de resistencia que no deben ser olvidadas.
¿Qué dejó actualmente todo esto?
Tras la independencia, muchos países cambian de nombre e intentan redefinir sus fronteras.
Pero las divisiones que establecieron los europeos son más estables de lo que parecen.
Sin embargo, no son los conflictos fronterizos los más graves en la región, sino las luchas internas por el poder.
Las dictaduras militares y la corrupción se instalan en casi todos los países.
A pesar de la descolonización, las relaciones económicas con las antiguas colonias continúan siendo privilegiadas.
Los países europeos controlan la vida económica, sin las presiones que conlleva la vida política.
Las metrópolis dejan de invertir en la colonia, sobre todo en las obras públicas, y las infraestructuras creadas se deterioran.
La guerra suele ahuyentar a los capitales de inversión, con lo que el país se descapitaliza.
La negligencia administrativa y la corrupción no favorecen las nuevas inversiones, ni la creación de capitales autóctonos, con lo que la estos países entran en crisis: y la pobreza y la miseria se afianzan en la sociedad y se convierte en una lacra muy difícil de erradicar.