Inundaciones de abril de 1959 en Uruguay
Las inundaciones son un fenómeno frecuente en Uruguay, país de lluvias relativamente abundantes e irregulares, pero las inundaciones de abril de 1959 han quedado en el recuerdo de la población como las más grandes y dañinas de la historia uruguaya. A partir del 27 de marzo (Viernes Santo) comenzó a llover en todo el país y no escampó en un mes entero. Esta inesperada situación desbordó -literalmente- las previsiones y los recursos y generó una catástrofe nacional.
Padecida en todas partes, la exuberancia pluvial inundó poblaciones enteras, tiró abajo líneas telefónicas, alteró sustancialmente el sistema de transporte y creó serios problemas en el abastecimiento de energía eléctrica. Particularmente grave fue la situación de la represa de Rincón del Bonete, pieza fundamental del sistema de generación eléctrica uruguayo, que fue sobrepasada por las aguas y quedó fuera de servicio. Por entonces se estaba construyendo (también en el Río Negro y aguas abajo de Rincón del Bonete) la Represa de Baygorria. Para no afectar las obras, las autoridades de UTE restringieron la evacuación del lago artificial de Rincón del Bonete (de más de 1.000 km²) que crecía a un ritmo descontrolado, pese a la urgente apertura de las compuertas para disminuir la presión. Para evitar que el desborde de la Central Hidroeléctrica anegara las turbinas generadoras de electricidad (y una eventual rotura del dique) se resolvió dinamitar un terraplén de contención de aguas. La medida implicó la evacuación urgente de todos los pobladores de la ciudad de Paso de los Toros (situada pocos kilómetros más abajo) y zonas vecinas, en total unas 10.000 personas
Para proveer alimentos y otros enseres básicos se creó el Comité Nacional de Ayuda a los Damnificados, presidido por Óscar Gestido, y que se encargó de conseguir y distribuir ayuda proveniente de fuentes nacionales e internacionales. Hubo también un fuerte movimiento espontáneo de solidaridad.
Fuera del área de la represa las inundaciones provocaron grandes daños, particularmente en las ciudades del litoral (Salto, Paysandú, Fray Bentos) y Rivera, que sólo pudo mantenerse comunicada a través del ferrocarril.
A finales de abril la población de Paso de los Toros comenzó a emprender el regreso a casa, previa vacunación contra el tifus. El panorama era desolador: casas arruinadas, animales sueltos o muertos pudriéndose en las calles, muebles encima de los árboles y un olor repulsivo debido al desborde de los pozos negros.
Fragmentos extraídos de la enciclopedia Wikipedia. Ver artículo original y completo en: https://es.wikipedia.org/wiki/Inundaciones_de_abril_de_1959_en_Uruguay