La clasificación se basa en la técnica empleada para hacerlo:
- Pintura rupestre: Esparciendo sustancias a lo largo de la superficie de la roca con los dedos o con alguna herramienta, se trazan dibujos y se representan escenas, generalmente de cacería, o impresiones de manos humanas pintando alrededor y entre los dedos.
Dario Lorenzetti. Pintura rupestre paleolítica de la cueva de Altamira. (CC BY-NC-SA) - Grabado rupestre (petroglifos): Empleando rocas y pigmentos, se grababan patrones geométricos o formas ancestrales en la superficie de una roca más blanda, empleando una técnica semejante a la de los tatuajes para generar bajorrelieves.
Petroglifos en Campo Lameiro - Escultura rupestre: Por lo general consisten en relieves y tallas fabricadas en la piedra mediante el cincelado primitivo con otras herramientas más duras, hasta sacarle pedazos y lograr formas determinadas.
Esta “hiena rastrera” forma el extremo muy decorado de un lanzadardos del Paleolítico superior (también conocido como átlatl). (CC BY)