La guitarra y el acordeón traídos a estas latitudes en los siglos XVIII y XIX, respectivamente, fueron los únicos instrumentos que acompañaron las canciones y las danzas del folklore rural.
Por eso se los denomina instrumentos folklorizados y no folklóricos.
La guitarra
Compañera del gaucho en sus payadas, la guitarra llegó al Uruguay proveniente de España en el siglo XVIII.
Su origen es oriental, como el del laúd.
En España tuvo entre cinco y siete cuerdas, recibiendo la denominación de vihuela.
Luego de sucesivas transformaciones, adquiere la forma y el encordado de seis cuerdas con el que se la conoce en el Río de la Plata.
Es un instrumento de carácter más intimista para el gaucho y lo acompaña en distintas especies del cancionero: vidalita, estilo, cifra, milonga y payada a contrapunto.
El acordeón
El acordeón fue inventado en Viena en 1829 por el austríaco Ciryll Demian.
Es un instrumento de viento con teclado para la mano derecha y botonera para la mano izquierda, o botoneras en ambas manos. Consiste en un sistema de lengüetas metálicas que vibran al recibir la corriente de aire insuflada por un fuelle. Su mecanismo se funda en la alternancia de extensión y comprensión del fuelle.
Los primitivos acordeones estaban provistos de una fila de botones para la mano derecha y sólo dos botones en la mano izquierda.
Posteriormente, este instrumento se transformó y adquirió formas más perfeccionadas, pero en el campo, el que subsistió como folclórico fue el de dos hileras de botones.
En las siguientes imágenes podrás observar ejemplos de estos instrumentos fotografiados por el musicólogo uruguayo Lauro Ayestarán en su relevamiento folklórico:
Inocencio Suárez (Ciudad de Canelones) Leoncio Santos (Castellanos, Canelones)
Nepomuceno Camejo (Aguas Corrientes, Canelones) Juan José de Castro (San Ramón, Canelones)