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Muchos de los artistas brasileños como Anita Malfatti, Társila do Amaral, Vicente Dorrego Monteiro, entre otros, tuvieron la oportunidad de viajar al viejo continente y conocer a profundidad las innovaciones artísticas de las vanguardias europeas.

En el año de 1922, durante tres noches, se celebró en el Teatro Municipal de San Pablo, un espacio para reflexionar sobre las nuevas ideas en las artes plásticas, la poesía, la música, la escultura y la literatura.

Este proyecto mejor conocido como: “La semana de Arte moderna o semana del 22” fue concebida por el pintor brasileño Emiliano Di Cavalcanti y se dieron cita pintores, escultores, músicos, escritores e intelectuales brasileños, para hablar sobre la renovación del arte.

Por un lado, se asumía de forma directa la influencia que ejerció el arte occidental y por otro se proponía no caer en la mera imitación de los modelos europeos, iniciando una búsqueda de la identidad propiamente brasileña.

A través de las pinturas, podemos conocer el proceso de modernización que tuvo Brasil tanto en las metrópolis como en las artes.