Escena 2:
El Conde de Figueiras dirigió el ataque al campamento artiguista.
- ¡POR SUA MAJESTADE FIDELISSIMA!
- De Cáceres, ¿No se da cuenta de lo que pasa?
Haga lo que le digo.
Los portugueses nos están desbandando.
- ¿Qué pasó con el comandante Latorre?
- Hace lo que puede, como todos. ¡Ahí vuelven!
Escena 3:
El campamento en la confluencia del Tacuarembó Grande con el arroyo Aurora era dirigido por el comandante Andrés Latorre, asistido por el jefe guaraní Pantaleón Sotelo.
Artigas había logrado algunas victorias en territorios portugueses del sur de Brasil, con la ayuda de fuerzas guaraníes, sus ejércitos estaban debilitados y se obstinaban en ofrecer resistencia.
Pero cuando De Cáceres y los suyos despertaron esa mañana con los cañonazos y disparos enemigos, ya no había forma de defenderse.
Eran 3000 portugueses contra 2000.
- De Cáceres, cruce el bañado y váyase con los que están al otro lado.
Va a tener que avisarle a Artigas de este ataque para que tome las medidas necesarias.
Escena 4:
- ¡Aquí mis leales guaraníes!
Los portugueses no nos pueden ver caídos sin pelear y el comandante Latorre no puede quedar solo en esta batalla.
Tenemos que cubrir la retirada de las familias y de los que van a dar aviso a Artigas de esta avanzada.
El conde de Figueiras dijo en su informe que en la batalla mataron a 800 y tomaron 490 rehenes.
Aseguró que el botín del día fueron 5408 caballos y 430 vacas de los artiguistas.
Dijo también que los portugueses apenas habían sufrido pérdidas gracias a la superioridad de su número y a su ataque sorpresa. Solo un muerto y cinco heridos, escribió.
No hay registros de lo que ocurrió con los prisioneros y hay quienes dicen que los 800 muertos no fueron precisamente durante la batalla.