El parto es el proceso por el que la mujer o la hembra de una especie vivípara expulsa el feto y la placenta al final de la gestación.
Salvo en el caso de los humanos, que precisan ayuda social, los mamíferos paren con bastante facilidad.
El feto humano sigue para el parto una trayectoria curva para salir por delante de los isquiones, lo que le obliga a flexionarse y girar en la pelvis.
Se pensó que el origen de estas dificultades era el extraordinario desarrollo cerebral humano: los bebés humanos representan el 6,1% del tamaño del cuerpo de la madre en comparación con los bebés chimpancé (3,3%) y los bebés gorilas (2,7%).
Actualmente se cree que la verdadera razón de las dificultades del parto hay que buscarla en los cambios que la pelvis sufrió para facilitar la bipedación, un compromiso entre una pelvis lo suficientemente ancha para permitir el nacimiento de bebés con grandes cerebros, y lo suficientemente estrecha para una locomoción bípeda eficiente. De acuerdo con este modelo, las pelvis amplias aumentan el coste metabólico de la locomoción al requerir más fuerza de los músculos abductores que estabilizan la pelvis cuando se apoya una sola pierna.
La reducción de la altura de la pelvis, cerró la abertura del canal del parto. La solución a este problema incluye huesos craneales todavía blandos en el feto, nacimiento en un estado muy inmaduro, largo periodo de exterogestación y diseño de la cadera de la hembra menos forzado por la postura bípeda.
Observamos, en el presente video, el momento en que una gorila da a luz.