¿Pero, por qué si los barcos están hechos con metal no se hunden como ocurrió con el trozo de metal?
Veamos...
es cierto que el metal es más denso que el agua y por eso se hunde...
pero un barco no está hecho solo de metal: el interior de su estructura está en gran parte lleno de aire y el aire es mucho menos denso que el agua.
Así que los barcos pueden flotar porque su densidad total, es menor que la del agua.