Una ópera es una representación teatral cantada en la que participan voces e instrumentos agrupados como orquesta.
En ella, los personajes tienen distintos registros vocales femeninos (soprano, mezzo soprano y contralto) y masculinos (tenor, barítono y bajo), y participa un coro con voces masculinas y femeninas.
Cuando los personajes cantan solos se les denomina "arias".
En algunas ocasiones forman dúos, tríos y cuartetos de voces.
La orquesta acompaña a los cantantes, pero también tiene partes exclusivamente instrumentales como la obertura, que se interpreta antes de levantarse el telón para dar lugar a la acción, y los interludios, que tienen lugar entre uno y otro acto.
Durante el clasicismo del siglo XVIII la ópera adquirió un importante desarrollo con el aporte de W. A. Mozart, quien destacó el dominio vocal de los personajes protagónicos, logró un mayor equilibrio entre la poesía y la música, combinó elementos de la ópera seria y la ópera cómica, e introdujo en algunas de sus composiciones argumentos graciosos de la vida cotidiana.
Compuso 22 óperas entre las cuales se destacan "La flauta mágica", "Don Giovanni" y "Las bodas de Fígaro".
En el siguiente ejemplo escucharás a Papageno, el cazador de pájaros de "La flauta mágica". Su voz es muy grave y corresponde al registro de barítono.