Al cargar dos placas paralelas con signos opuestos, colocando entre ellas aire, si el campo eléctrico entre las placas es menor a 3 x 106 N/C, el aire entre las placas impedirá el pasaje de cargas de una placa a la otra y se mantendrá aislante. En cambio, si el campo eléctrico es mayor a dicho valor, se sobrepasará la rigidez dieléctrica del aire y éste se vuelve conductor ya que las moléculas que lo forman se ionizan y se moverán debido a la fuerza que realiza el campo eléctrico.
Estos iones se mueven al ser atraídos por las placas y se produce la descarga eléctrica de una placa a la otra. Esta descarga eléctrica está formada por una emisión luz y un sonido (llamado chasquido) que se produce por la expansión rápida del aire por el aumento de temperatura que sufre debido a la descarga eléctrica.