Teniendo en cuenta el sentido en el que se lleva a cabo una reacción, se clasifican en reacciones reversibles o irreversibles.
1- REACCIONES REVERSIBLES:
Son aquellas reacciones que se realizan simultáneamente en los dos sentidos. Es decir, a medida que se forman los productos, estos reaccionan entre sí para formar nuevamente los reactivos. Por lo que se crea una situación de equilibrio químico en la cual el flujo de sustancia en ambos sentidos es similar. Este tipo de reacciones se representa con dos medias flechas, que separan los reactivos de los productos.
Por ejemplo:
I2 (g) + H2 (g) ⇔ 2 HI (g)
La imagen muestra el diseño experimental de Fritz Haber y Robert Le Rossignol para sintetizar amoniaco (NH3) a partir de dihidrógeno y dinitrógeno .
El proceso catalítico tenía lugar en el cilindro grande de la izquierda.
Dicho proceso es un equilibrio y puede representarse según:
N2 (g) + H2 (g) ⇔ NH3 (g)
2- REACCIONES IRREVERSIBLES:
En este caso, los reactivos reaccionan completamente para convertirse en los productos, sin la posibilidad de que estos originen nuevamente los reactivos. La reacción se termina cuando se agota al menos uno de los reactivos.
Por ejemplo:
2Na (s) + 2H2O (l) → 2NaOH (ac) + H2 (g) ↑
En estas reacciones los reactivos se encuentran separados de los productos por una flecha que nos indica que el sentido en que se desplaza la reacción es único.
La reacción que se muestra en la imagen corresponde a la reacción entre sodio metálico y agua.
La reacción es muy violenta pues es fuertemente exotérmica, además de que el sodio es fácilmente inflamable generando vapores de color amarillo.