Conocer y ejercitar la percepción de nuestro cuerpo en el espacio nos invita a valorar cómo nuestros sentidos son aliados fundamentales en nuestra interacción con el entorno.

La percepción espacial no solo nos ayuda a movernos con seguridad, sino también a desarrollar habilidades motoras esenciales, mejorar nuestra coordinación y disfrutar de actividades físicas que fortalecen nuestra conexión cuerpo-mente.

Así, comprender que el desarrollo de esta habilidad depende de la práctica activa y consciente, nos motiva a integrar más actividades físicas en nuestra rutina diaria, reconociendo que, a través de ellas, no solo fortalecemos nuestro cuerpo, sino también nuestra percepción y relación con el mundo.

 ¡Vamos, anímate!