El ganado y los bosques tienen una relación compleja:

• El ganado busca sombra, agua y forraje en los bosques, especialmente en épocas secas.
  
• Esta interacción puede tener efectos negativos en los bosques:
  • Pisoteo del suelo: Compacta el suelo, aumenta la escorrentía y reduce la disponibilidad de agua.
    
  • Daño a las plantas: Las hace más susceptibles a enfermedades y reduce su crecimiento.
    
  • Favorece la colonización de plantas invasoras: Al dañar las plantas nativas, deja espacio para que crezcan especies invasoras.
    
• El impacto del ganado depende de varios factores:
  • Tipo y número de animales: Más animales generan mayor impacto.
    
  • Régimen de pastoreo: Un pastoreo excesivo o mal manejado es más perjudicial.
    
  • Disponibilidad de forraje fuera del bosque: Si el ganado tiene suficiente alimento fuera del bosque, es menos probable que dañe la vegetación dentro del mismo.
    
• En Uruguay, el bosque nativo ha mantenido un equilibrio histórico entre bosque y ganado.
  
• Estudios han demostrado que la exclusión del ganado del bosque tiene efectos positivos:
  • Mejora la salud del suelo: Aumenta la cobertura de hojarasca y herbáceas nativas, reduce la compactación y la erosión.
    
  • Favorece la regeneración de las especies arbóreas: Aumenta la densidad de plántulas y jóvenes árboles.
    
  • Influye en la dinámica y sucesión del bosque a largo plazo.
    
• La regeneración natural del bosque indica un equilibrio entre pastoreo y conservación.
  
• Señales de sobrepastoreo:
  • Erosión del suelo.
    
  • Pisoteo excesivo.
    
  • Desaparición de material orgánico.
    
• Es importante reducir el ganado temporalmente si se observan estas señales.
  

En resumen,
la interacción entre ganado y bosques debe ser manejada de forma sostenible para mantener un equilibrio que beneficie a ambas partes.