Con la llegada del verano, los mosquitos, esos diminutos y molestos insectos que irrumpen en nuestras vidas, proliferan entre nosotros atraídos por las temperaturas más altas, los climas húmedos y las aguas estancadas.
Ellos, pese a su diminuto tamaño, son desde hace tiempo el animal más mortífero del planeta.
Desde hace unos años se está intentando frenar el avance de estos dañinos insectos transmisores de diversas enfermedades, entre ellas el virus del Zika.
Pero existe otro ser vivo que es fundamental para controlar la proliferación de estos diminutos animales tan ofensivos, muchas veces.
¿Sabes cuál es?