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Esta es tu retribución por la mudanza
Mi nombre es Amedeo Modigliani, los estaba esperando
Transcripción de video
Amedeo Modigliani produjo una obra que no se asemeja a escuela alguna, no siguió corrientes ni vanguardias. Su pintura es única, singular, su amor por agotar cada hora de su corta existencia lo llevó a paroxismos creativos, fronteras vitales.
Nació el 12 de julio de 1884 en Livorno, Italia, fue hijo de Eugenie Garsin, quien entendió su temprana vocación artística. Con 16 años Modigliani estudió en la Scuola Libera del nudo, en Florencia, meses después en el Instituto de artes de Venecia y en Pietrasanta aprende a esculpir. En 1906 se instala en París, se radica en Montparnasse barrio bohemio donde conviven Picasso, Soutine, Utrillo, Lautrec y Diego Rivera. A pesar de su sólida formación, el camino inicial le fue áspero. Querido por sus amigos, amado por las mujeres, Modigliani trabajaba intensamente.
El mismo año de su llegada a París expuso en galerías. Fotografías dan cuenta de la mudanza permanente de sus talleres.
En 1908 presentó seis cuadros en el salón de los independientes, la tuberculosis mermó su trabajo como escultor, a pesar de ello en 1912 logró exponer siete bustos en el salón de otoño.
Siguió pintando, estalla en 1914 la primera guerra mundial, sirve a Francia, se enamora de la periodista Beatriz Hastings. El coleccionista Paul Guillaume en 1915 decide responsabilizarse del futuro de Modigliani, la guerra lo impidió.
En 1917 el galerista Léopold Zborowski compraría por 20 francos diarios todo lo que pudiera pintar Amedeo, conoce a Jeanne Hébuterne su musa, pinta retratos, desnudos, rostros de cuello largo, ojos mirando a la otredad.
Busco el misterio de lo instintivo, diría.
Su obra es apreciada en los círculos parisinos y expone junto a Picasso, Matisse y Rivera.
El 24 de enero de 1920 en medio de la fiebre Amedeo Modigliani dejó de existir atisbó apenas su paso a la inmortalidad