A lo largo de la historia se sucedieron intentos de unificación de las distintas medidas con el objeto de simplificar los intercambios y facilitar el comercio y el cobro justo de impuestos. No fue sino hasta la Revolución Francesa de 1789 cuando, junto a otros desafíos considerados necesarios para los nuevos tiempos, se nombraron las Comisiones de Científicos para uniformizar los pesos y medidas, entre los que está la longitud.
Las primeras referencias para medir fueron determinadas partes del cuerpo, como el antebrazo, el pie y el pulgar.