Durante 2006 a 2018 se desarrolló un proyecto argentino titulado “Las radiaciones en la vida cotidiana” con el fin de divulgar las aplicaciones de las radiaciones ionizantes, debido al medio infundado por la presencia del reactor RA6 y a las actividades del CAB (Centro Atómico Bariloche).
En el mismo, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Sección de Divulgación de Ciencia y Tecnología del Centro Atómico Bariloche ofreció talleres para docentes, estudiantes de todos los niveles y la comunidad educativa sobre la temática de las radiaciones (concepto, detección, protección y aplicaciones entre otras) a los efectos de revertir esa percepción negativa en la comunidad de Bariloche.
Posteriormente se amplió el proyecto a otras comunidades educativas argentinas y en 2017, a países de Latinoamérica.
En la actualidad se continúan desarrollando actividades con el fin de promover en la población una postura crítica frente al uso de las radiaciones:
las mismas pueden generar un impacto negativo o positivo según la intencionalidad del hombre.
Es así que se desarrolló una Guía para Docentes sobre la temática abordada y con el apoyo del CAB (Torres, 2018).
Otro estudio realizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires demuestra que en la currícula de Enseñanza Media hay falta de contenidos relacionados con los efectos biológicos de la radiaciones. (Cornejo et al, 2009).
Esta investigación se centró en el conocimiento acerca de los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes en el nivel medio de educación en Argentina, concluyendo que el alumnado estudiado carece de conceptos básicos sobre el tema y sus ideas reflejan temor a las radiaciones.
En la misma línea, otro estudio argentino (Montes, 2015) observa que “la opinión del ciudadano sobre la energía nuclear está fuertemente dividida, a favor o en contra.
La mayoría de las personas tienen miedo de la radiactividad, sobre todo por la falta de información o por la información errónea o incompleta brindada en los medios de comunicación”.