La contradanza es una de las danzas más populares del salón montevideano del siglo XIX.
Surge a comienzos del siglo XVI en la campiña inglesa con el nombre de country-dance (danza campesina).
Hacia 1550 se difunde en la corte de Isabel I de Inglaterra y en 1685 se expande a Holanda y a Francia, donde adquiere la denominación de contredance, que significa "bailar en contra", ya que los bailarines, hombres y mujeres, bailan frente a frente en formación de calle.
En 1710 se instala en España con el nombre de contradanza y posteriormente se extiende a las colonias en América.
Llega a la Banda Oriental en la primera mitad del siglo XVIII.
Se baila en los salones ciudadanos y en las Misiones orientales, donde los jesuitas la enseñan a los indígenas varones, niños y adultos, ya que las mujeres no participaban de las actividades musicales ni de la danza.
Durante el siglo XIX la contradanza tiene su auge en los salones montevideanos, en el teatro, y se baila en las plazas públicas de los pueblos de campaña los días de fiesta o de celebraciones patrióticas.
Coreografía
Su rica coreografía está constituida por numerosas figuras, que luego darán origen a las danzas folclóricas: pericón, cielito y media caña.
Algunas de sus figuras más conocidas son: la rueda, la calle, la cadena, el molinete y la reja.
Es una danza que alterna movimientos lentos y movimientos rápidos.
Desaparece hacia 1880.