El agua importa
¿Sabes cómo se distribuye el agua en nuestro planeta? ¿Te has puesto a pensar en su importancia?
¿Con qué problemas nos enfrentamos cuando hablamos de acceso a este recurso natural?
En este recorrido buscaremos algunas respuestas para estos interrogantes.
Para iniciar, te proponemos mirar el siguiente video...
Transcripción del audio del video
El agua ha estado presente en nuestro planeta desde hace aproximadamente 4 mil millones de años. Indispensable para cualquier tipo de vida, es un elemento abundante en la Tierra. El 71% de la superficie terrestre está cubierto por agua, de la cual el 97% es salada y se encuentra en mares y océanos, mientras que el 3% restante es agua dulce contenida en ríos, lagos, lagunas y aguas subterráneas. De esta última, más de dos terceras partes se hallan congeladas en glaciares, casquetes polares y montañas altas.
El agua está compuesta por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, y puede encontrarse en estado líquido, sólido o gaseoso, según la manera en que estén unidas sus moléculas. No tiene color, olor ni sabor.
Es un bien común que debemos cuidar, pues disponemos de un pequeño porcentaje del total existente en el planeta para el consumo humano. La mayor parte del agua es salada, por lo que no es apta para el consumo humano.
Actualmente, en los cinco continentes se presentan problemas de escasez de agua. Casi una quinta parte de la población mundial vive en zonas de escasez física de agua, es decir, regiones en las cuales no hay agua. Por otra parte, casi un cuarto de los habitantes de la Tierra carece de medios e infraestructura para transportar el agua desde los acuíferos y, así, no pueden aprovecharla.
La escasez de este recurso se debe a condiciones naturales, pero principalmente al descuido de los humanos, ya que se desperdicia, se contamina o se distribuye de manera irregular.
Una de las acciones principales que debemos llevar a la práctica es mantener el equilibrio entre el agua que necesitamos, no desperdiciarla y mantener el ciclo natural de tal manera que afectemos lo menos posible al medio ambiente.
Para garantizar que las futuras generaciones puedan gozar de este recurso, es necesario que desde ahora actuemos y pongamos en marcha acciones tendientes a cuidar el agua de manera individual y social. Las acciones para cuidar el agua deben realizarse diariamente y convertirse en un hábito.
El cuidado del agua y su estabilidad en nuestro mundo está en nuestras manos.