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Desarrollo

Algunos aspectos de su pensamiento pedagógico

Antes de comenzar con el análisis propio de la obra que nos convoca, creemos conveniente destacar las líneas de pensamiento que rigieron la labor de Julio Castro.

Respecto a la educación rural y sus fines:

La concepción de la educación como proceso social domina todo el pensamiento pedagógico de Julio Castro.

“La educación es un hecho social por el que un grupo humano trasmite a las generaciones que le suceden su cultura y sus ideales. Esta transmisión está condicionada por el medio natural y por el desarrollo económico y cultural de los pueblos”, (“Experiencias de la escuela rural uruguaya”, citado por Miguel Soler).

Esta importancia social asignada a la educación como transmisora de cultura fundamenta una idea central en el autor: la necesidad de diferenciar la educación rural de la urbana, es decir, la necesidad de un enfoque diferenciador de la educación según las características del medio.

Fuertemente influido por las ideas pedagógicas de la Escuela Nueva, asigna especial significado al conocimiento del educando y la realidad social que lo rodea y considera indispensable antes de empezar la labor educativa realizar un diagnóstico del niño y su medio para dar lugar a una educación sustentada en las características intelectuales y sociales de los alumnos.

Respecto a la función y características de la escuela rural:

Considera que la escuela rural debe dejar de ser únicamente alfabetizadora para transformarse en un verdadero instrumento para la transformación de la realidad social.

La concibe ante todo como un espacio abierto a la comunidad, que beneficie no solo a los niños sino también a sus familias, y para ello debe actuar de “puertas abiertas”.

Esta concepción de la escuela de cara a la comunidad se complementa con el concepto de “escuela productiva”, que se reflejo en el Programa de Escuelas Rurales de 1949.

En el pensamiento pedagógico de Julio Castro la escuela productiva no se la concibe como productora de bienes económicos sino en relación a la significación del trabajo manual e intelectual como actividad humana fundamental; en otras palabras, la escuela productiva es aquella cuyos objetivos educativos trascienden la producción de bienes económicos.  

Respecto al analfabetismo rural:

Lo concibe no como una problemática exclusivamente pedagógica sino como resultado de una problemática económica y social.

La vida aislada, la diferencia campo-ciudad, el trabajo del niño rural a edad temprana que le impide la continuidad de la actividad escolar y la influencia de Montevideo en la cultura de la campaña, son para Julio Castro algunas de las causas fundamentales de esta problemática.  

Respecto a la educación rural en América Latina:

Su participación (por designación de la UNESCO) en varios proyectos educativos latinoamericanos le permitió conocer de cerca como se manifestaba la problemática de la educación en varias regiones del continente.

Visualizó tempranamente que la relación miseria-analfabetismo era un problema estructural de las sociedades latinoamericanas. Analizó y describió en muchos trabajos las condiciones de aislamiento y carencia de muchas comunidades indígenas, reafirmando su idea de que cualquier programa para afrontar la problemática del analfabetismo debía pasar primero por profundos cambios económicos y sociales.

En un trabajo realizado para UNESCO sobre el problema del analfabetismo en Perú, sostenía: “El analfabetismo en el Perú es mal de campesinos. Pero no es para éstos una carencia específica y única, pues forma parte de todo un conjunto de condiciones miserables que mantienen al sector más numeroso de la colectividad nacional a un bajo nivel.

Entre esas condiciones, "el desconocimiento de la lectura y la escritura (…) no constituyen un déficit de excepción (…)”. (“La alfabetización en el desarrollo económico del Perú. París: UNESCO. Citado por Miguel Soler”).  

 

Fragmento extraído de http://letras-uruguay.espaciolatino.com/perez_laura/julio_castro.htm