Como has visto, Ana fue una adolescente más, con preocupaciones, sueños y necesidades típicas de su edad.
Debido al momento histórico en que vivió y a su religión, sufrió un destino muy triste, al igual que su familia, amigos y tantas otras personas durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto judío.
Su testimonio es considerado un valioso recordatorio de un episodio oscuro de la historia que deberíamos intentar no repetir.