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Introducción

Cuando pensamos en la historia de nuestro país solemos pensar en una realidad más o menos tranquila, con una sociedad integrada y armoniosa. Sin embargo, el Uruguay de principios del siglo XX estaba muy alejado de esa idílica imagen…

De hecho, nuestro país experimentó a principios de siglo la última gran guerra civil, o “revolución”, como se le ha llamado en nuestra historiografía a aquellos levantamientos de corte caudillista tan característicos de nuestra historia.

Aparicio Saravia, principal líder político y militar del Partido Nacional en la época.
Aparicio Saravia, principal líder político y militar del Partido Nacional en la época.


Nos referimos a la “Revolución de 1904” encabezada por el caudillo Aparicio Saravia, líder político y militar indiscutido del Partido Nacional, y también líder de hecho de gran parte de la campaña.

El levantamiento en armas buscaba forzar una mayor participación de su partido en la conducción estatal, tradicionalmente en manos de sus adversarios del Partido Colorado, en tiempos en los que el fraude y la manipulación electoral eran moneda corriente.

Es de ese Partido Colorado que surgió el liderazgo de José Batlle y Ordóñez.

Periodista de profesión y personaje con amplia trayectoria en el ambiente político.

Impulsor de un proceso democratizador a la interna de su partido, por medio de la creación de los “clubes seccionales”.

Batlle fue electo por la Asamblea General en dos oportunidades para el máximo cargo político de nuestro país: la Presidencia de la República.

Su primer período de gobierno
1903 a 1907

Concentró sus esfuerzos en sofocar el levantamiento saravista con un saldo favorable a sus intereses.

El Estado dispuso de la fuerza de un ejército profesional y dotado de armamento moderno, con rifles de repetición y ametralladoras, y ventajas tecnológicas claves, como el telégrafo y el ferrocarril, que volcaron a su favor el enfrentamiento.

Poco podían hacer las fuerzas rebeldes, en su mayoría montadas a caballo y armadas con sables y lanzas.

Cartel que alude al final de la revolución de 1904, ensalzando la figura de Batlle y Ordóñez.
Cartel que alude al final de la revolución de 1904, ensalzando la figura de Batlle y Ordóñez.


La revolución acabó en el mes de setiembre de 1904 tras la muerte de Saravia por las heridas recibidas en la fatídica “Batalla de Masoller”. 

Pacificada la campaña y unificado el poder público en manos del gobierno, quedaba, sin embargo, otro factor de inestabilidad:

La creciente conflictividad social derivada de las terribles condiciones de vida y trabajo de la clase obrera…

Clase en plena expansión en las principales ciudades del país.

Batlle pudo conocer de primera mano qué sucedía en las sociedades industrializadas de la época, en particular con su viaje a Europa después de su primer gobierno.

En ellas, las contradicciones entre los intereses de la clase capitalista, la burguesía, y los del proletariado, la clase obrera, eran un factor de perturbación de primer orden.

Es así que en su segundo período de gobierno, de 1911 a 1915, buscará evitar llegar a mayores niveles de enfrentamiento.

Pero antes de llegar a esto, veamos cómo eran las condiciones en que trabajadoras y trabajadores desarrollaban sus tareas en nuestro país en la época…

 

Introducción en audio
Introducción - Audio
Gastón Rodríguez (CC BY)

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