Transcripción del audio del video

En el tenis de mesa paralímpico, los jugadores en silla de ruedas pueden utilizar equipamiento adaptado para garantizar un juego competitivo y equilibrado. Las sillas de ruedas deben tener al menos 2 ruedas grandes y una pequeña para asegurar estabilidad. El uso de almohadones está permitido, pero su altura no puede superar los 15 centímetros.

Durante las competencias por equipo o clase, no se puede atar ninguna parte del cuerpo por encima de las rodillas a la silla. Así mismo, no se puede tocar la mesa con las manos antes de golpear la pelota. El reposapiés o los pies no deben tocar el suelo durante el juego, ya que esto también resultaría en la pérdida del punto.

Las posiciones de los miembros inferiores son importantes; los jugadores en silla de ruedas deben mantener contacto con el asiento o cojín, especialmente con la parte posterior del muslo al golpear la pelota. Si no lo hacen, el punto es para el oponente. Las paletas, por su parte, pueden adecuarse según las necesidades del jugador. Algunos utilizan vendas para asegurar la paleta en sus manos y mantener el control adecuado durante el partido.

Y por último, el árbitro puede flexibilizar las reglas del saque si una discapacidad física impide que el jugador realice el movimiento de manera convencional. Estas adaptaciones y reglas especiales son fundamentales para garantizar un deporte justo y competitivo en el tenis de mesa paralímpico, donde cada detalle del equipamiento y las posiciones de los miembros se adecuan para ofrecer un emocionante desafío.