Según señaláramos anteriormente, los coeficientes de una ecuación química se pueden interpretar como los números relativos de moléculas (o unidades formulares) que intervienen en la reacción y también como cantidades de sustancia relativas.
Para el ejemplo:
2 H2O (l) → 2 H2 (g) + O2 (g)
Las cantidades 2 mol H2, 1 mol O2 y 2 mol H2O, dadas por los coeficientes de la ecuación, se denominan cantidades estequiométricamente equivalentes.
No obstante, en la mayoría de los casos, no se cuenta con cantidades estequiométricamente equivalentes, las cantidades de reactivos agregadas no mantienen la proporción establecida según la ecuación, sino que habrá un reactivo en exceso y otro en defecto.
Este último es el que se encuentra en cantidad inferior a la establecida por la relación estequiométrica de la reacción y es el que determina la producción de la reacción. Se le denomina entonces, reactivo limitante., pues limita la cantidad de producto que se forma.
Volviendo al ejemplo anterior, si para formar agua se mezclan 10 mol de H2 y 7 mol de O2, se consumirán 5 mol de O2 al reaccionar con los 10 mol de H2, quedando un exceso de 2 mol de O2.
En este ejemplo, el H2 es el reactivo limitante, lo que implicará que una vez que se haya consumido todo el H2 la reacción finalizará. Así pues, las cantidades de productos formados en una reacción siempre están determinadas por la cantidad de reactivo limitante.