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En la vida cotidiana

Sandra

 
 
"Desde hace 4 meses nos bañamos con un vasito - dijo Sandra -. Por suerte esta semana viene el camión cisterna y nos traerá agua.

El agua del baño la reciclamos, la usamos para tirarla en el water o lavar los pisos.

Cuando llueva nos sentaremos afuera para bañarnos - promete Sandra".

La sequía cambia las rutinas. Los productores más afectados deben dedicar entre dos y tres horas diarias a buscar agua para el consumo de sus familias. Los lluveros de las viviendas rurales se oxidan por falta de uso.

Los pobladores más perjudicados de la campaña son asistidos por camiones cisterna proporcionados por las intendencias.

Para lavar la ropa de su familia, María camina 700 metros hasta la casa de Bernardino, que posee un pozo semisurgente.

Al llegar a fin de mes, María y Bernardino pagan a medias la factura de la luz por el gasto de la bomba.

El productor Luis, de paraje Chamizo, recorre unos diez kilómetros diarios en una especie de sulky cargado de bidones. Va hasta la casa de Alberto, un vecino que posee un pozo semisurgente, a buscar 70 litros de agua para el consumo hogareño y de los animales.

 

celestina

"Ya no tengo agua en el aljibe ni en el tajamar. A las vacas les doy agua en un balde negro. Ellas se adaptaron enseguida porque la sed es una cosa impresionante", afirma Luis.

Creado con eXeLearning (Ventana nueva)