¡Un escándalo para la época!
En 1907 se aprueba la Ley del divorcio y esto provoca una transformación importante en la conformación de las familias.
Esta situación generará nuevos tipos de familia: donde padre o madre se quedan a cargo de los hijos/as y del hogar y el que se va, constituye una nueva familia.
El revuelo provocado enfrentaba a las clases conservadoras quienes veían en el divorcio la disolución de la familia cristiana y en contrapartida estaban quienes apoyados por el gobierno y las voces feministas, lo reclamaban como una necesidad.
Mientras que el oficialismo hacía eco de los reclamos feministas apoyando fervientemente el
proyecto de divorcio, los movimientos católicos, las clases conservadoras y sus portavoces en el
poder emprendieron una vigorosa campaña de propaganda contraria a su aprobación; más de 90.000 mujeres católicas firmaron una carta reprobatoria enviada al parlamento al iniciarse las discusiones
de la nueva ley. En ella se calificaba al divorcio como “una apostasia de la fe” y se argumentaba que
su sola existencia sumía a la mujer “en una constante humillación.”
(Fragmento extraído de La evolución del Divorcio en el Uruguay 1950-1995, Wanda Cabella, Unidad Multidisciplinaria - Programa de Población
Facultad de Ciencias Sociales, Documentos de Trabajo Nº43 / 1999 )