Comienzan a marcharse
A partir de la década de 1960, se observa un cambio en el flujo migratorio. La población uruguaya comenzó a emigrar sobre todo hacia la Argentina y Brasil. Al mismo tiempo, comienzan las corrientes que se dirigen hacia los países desarrollados.
Al igual que lo ocurrido en otros países de América Latina, esas corrientes se dirigieron
primero hacia los Estados Unidos de América y luego hacia Australia y Canadá; también hacia
los países europeos, fundamentalmente España e Italia.
Esto ocurre principalmente debido a la crisis económica y social que atraviesa el país. Un país que se había visto privilegiado por ser exportador de alimentos hacia los países desarrollados, durante las épocas de guerra, ahora sufre una baja en sus ventas y en los precios.
Las familias sufrirán esta crisis y enfrentarán cambios importantes.