¿Qué hace que una máquina sea “inteligente”?

Hoy en día, muchas computadoras pueden realizar tareas realmente complejas con gran velocidad y precisión. Pero eso no significa que todas tengan inteligencia artificial.

Para que un sistema sea considerado inteligente, debe cumplir con al menos dos cualidades fundamentales:

🔹 Autonomía: significa que puede ejecutar tareas sin que una persona tenga que decirle qué hacer en cada paso.

🔹 Adaptación: implica que puede aprender y mejorar a partir de los datos nuevos que recibe.

 

Un ejemplo claro de esto lo puedes ver todos los días.

¿Te ha pasado que mientras miras un video o navegas en redes sociales, te aparecen recomendaciones o anuncios que parecen hechos a medida para ti?

Eso no es casualidad. Los sistemas que están detrás aprenden de tus hábitos de navegación y adaptan lo que te muestran en función de tus intereses.

Están aprendiendo de ti.

 

Ahora bien,
¿cómo puedes saber si estás frente a una máquina con inteligencia artificial?

Una buena forma es hacerte estas preguntas:

1. ¿Percibe el entorno que la rodea?

2. ¿Puede aprender con el tiempo?

3. ¿Hace planes o toma decisiones por sí misma?

4. ¿Interactúa con el entorno, respondiendo a cambios o estímulos?

5. ¿Está actuando con inteligencia o simplemente siguiendo instrucciones fijas?

Si la respuesta es “sí” a varias de estas preguntas… ¡Entonces muy probablemente estás ante una máquina con inteligencia artificial!