Otros animales que cambian su comportamiento frente a una enfermedad son los murciélagos.
Los murciélagos son una especie extremadamente social.
Sus interacciones van desde el acicalamiento de miembros de la familia e individuos no relacionados, hasta salvar a otro murciélago del hambre al compartir sangre regurgitada.
En un estudio de la Universidad de Texas se explica que los murciélagos se autoaíslan cuando están enfermos, como forma de prevenir contagios.
Sin embargo, los sanos no abandonan a los contagiados, pues siguen ayudándolos a alimentarse. Lo que hacen es evitar otras actividades, como el aseo o el acicalamiento, independientemente de que haya parentesco entre ellos o no.
Expulsar a través de la boca diferentes sustancias que se encontraban alojadas en el estómago o en el esófago, sin necesidad de vomitar o de realizar un esfuerzo.