Era un puzzle
Desde que los europeos, navegando hacia el oeste, se encontraron con América y pudieron realizar mapas mas o menos precisos del Atlántico, llamó la atención que las costas de América del Sur y África parecían encajar.
Sobre fines del siglo XIX se fueron acumulando evidencias de que algunos continentes, hoy separados por océanos, compartían:
- animales con antepasados comunes,
- algunos fósiles se repetían en continentes distantes y
- algunas cadenas montañosas antiguas parecían continuar del otro lado del océano.