Muchos animales como las aves realizan una serie de comportamientos más o menos ritualizados que incluyen la exhibición de características físicas, la producción de sonidos, el ofrecimiento de alimento o danzas mediante los cuales buscan atraer a la hembra y así aparearse con ella. Además de elevar la motivación y el interés por el apareamiento, estos comportamientos disminuyen la agresividad entre los miembros de la pareja aumentando su disponibilidad sexual.