Los vitrales tienen su apogeo en las construcciones góticas. Éstas se destacan por sus altos muros con amplios ventanales. En estos ventanales se incorpora el arte de los vitrales.
La función principal de estas piezas es dejar pasar la luz al interior del edificio, en ellos generalmente se representaban escenas bíblicas o históricas para instruir a los fieles que en su mayoría eran analfabetos. A su vez el cromatismo que estas vidrieras generaban otorgaban al interior del edificio un significado simbólico que se vinculaba con el poder divino.