¡Buenas tardes! Mi nombre es Daniela. Estee... bueno, quería comentarles un poco acerca de mi experiencia en el campo.

¡Eh...! Bueno, contarles que el campo es muy lindo. La verdad es que, por lo menos a mí, me gusta mucho.

Bueno... lo que está allí, se trabaja, por ejemplo, con el tema del ganado, de los ovinos. Esteee…Por mi lado, al menos, cuando tocaba domar caballo, justamente lo ayudaba a mi compañero —bueno, el padre de mis hijos.

Em…Si tocaba una alambrada, pasaba lo mismo. Pero muy lindo, ¿eh? Pasamos por momentos bravos también. Donde estábamos nosotros, por ejemplo, era un lugar donde no había luz, donde no había agua.

Por ejemplo, el tema del agua... teníamos un tanque grande, hecho en material, y ahí, bueno, cuando llovía, era la manera justamente en que lográbamos sustentar la casa.

Y el tema de la luz, por ejemplo, nos alumbrábamos con faroles o con velas.

Esteee…Ahora, con el correr de los años,eh…, la luz se pudo colocar. Pero tá, en ese tiempo al menos —en el tiempo que yo alcancé a estar allí— nos tocó así, por ese lado, vamos a decirlo así.

Bueno, y el tema del camino, este... dejaba mucho por decir. Nos tocaba llevar a nuestros hijos —con mi compañero, justamente— seis kilómetros hasta una escuela rural.

Y antes de que estuviera asfaltado —que ahora, bueno, por donde estábamos, es por la Ruta 6, calle para el Verdún— era horrible, horrible. Dejaba mucho por decir.

Después con el tiempo lo asfaltaron, ahora es otra cosa, pero era imponente. Era impresionante lo que se pasaba, lo que se vivía.

Este…Pero está... por suerte los barriales han dado resultado.

Y bueno... después, con el tiempo, nos mudamos, nos vinimos para La Paloma.

Eh…Se extrañó. Se extrañó lo que es la campaña, porque la verdad es que siempre yo digo: es un aire diferente, es una manera diferente de vivir. Y ojalá que eso no se pierda.