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Sexting

¿Qué es el sexting?

Sexting es una palabra tomada del inglés que une “Sex” (sexo) y “Texting” (envío de mensajes de texto vía SMS desde teléfonos móviles).

Con el desarrollo de los teléfonos móviles y la tecnología en sí, se movilizó el comportamiento al traspaso de contenido de cierto nivel sexual en fotografías y videos.

¿Por qué los adolescentes son vulnerables?

Riesgos para el adolescente cuya imagen es difundida.

Uno, amenazas a la privacidad del menor.

El primer riesgo al que se enfrenta quien envía imágenes o vídeos con contenido personal es la pérdida de privacidad.

Los contenidos que uno mismo ha generado pueden acabar en manos de otras personas desde el momento en que salen de manos de su autor.

Dos riesgos psicológicos.

Aquí se incluyen los riesgos que se derivan de la exposición de la intimidad del menor ante otras personas.

Ya se trate de amigos, compañeros de instituto o personas desconocidas, lo cierto es que el adolescente que ve su imagen de tono sexual difundida en la red se ve sometido a un ensañamiento o humillación pública que puede derivar en una afección psicológica.

Entre estos riesgos se encuentran problemas de ansiedad, depresión, exclusión social, etcétera.

Tres, cyberbullying.

El cyberbullying o ciberacoso entre iguales supone el hostigamiento de un menor hacia otro menor en forma de insultos, vejaciones, amenazas, chantaje, etcétera, utilizando para ello un canal tecnológico.

En el entorno del sexting, la humillación pública puede llegar a constituir ciberbullying, en caso de que compañeros del menor utilicen estas imágenes para burlarse, hacer comentarios públicos, etcétera.

Cuatro, sextorsión.

Las fotografías o vídeos de contenido sexual en manos de la persona inadecuada pueden constituir un elemento para extorsionar o chantajear al protagonista de las imágenes.

Se llama sextorsión al chantaje en el que alguien menor o mayor de edad utiliza estos contenidos para obtener algo de la víctima, amenazando con su publicación.

Cinco, grooming.

La situación de grooming puede estar íntimamente relacionada con la sextorsión, descrita en el apartado anterior.

Así, si los contenidos de un menor haciendo sexting llegan a manos de un adulto malintencionado que decide utilizarlos para, amenazando con su publicación, obligar al menor a enviarle más contenidos de carácter sexual o incluso encuentros físicos, estaríamos ante un caso de grooming que utiliza la sextorsión.

Por otro lado, la existencia de imágenes eróticas puede llamar la atención de un depredador sexual, quien, además, puede suponer que esa persona es susceptible de realizar determinadas prácticas de riesgo y, por lo tanto, ser candidata preferente para sus prácticas de acoso.

Seis, riesgos físicos y geolocalización.

Los riesgos más graves son los riesgos físicos y se materializan sobre todo en la exposición a pederastas.

Las imágenes o vídeos pueden contener ciertos elementos que ayuden a identificar a quienes aparecen en ellos o que faciliten su localización.

Las aplicaciones de geolocalización y geotiquetado de contenido multimedia para dispositivos móviles pueden facilitar la ubicación física.

También puede haber exposición física en casos de sextorsión o grooming en los que el adolescente accede a un encuentro personal con su acosador.

Contenido en audio
Emanuel Finozzi. Vulnerabilidades y Riesgos (CC0)



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