Desde la introducción de la ganadería en la Banda Oriental a principios del siglo XVII, estas tierra se fueron transformando en un lugar frecuentado por vecinos de Buenos Aires y Santa Fe, piratas y portugueses.

Estos visitantes ocasionales acudían a la Banda Oriental en busca de ganado. Se llevaban el ganado en pie o realizaban grandes matanzas para obtener los cueros para vender. 

Pero la carne no se aprovechaba, se consumía un poco en el lugar donde se realizaban las matanzas y el resto quedaba abandonada y era consumida por perros cimarrones y animales de rapiña. 

¿Sabes por qué?