La ciudad de Montevideo era una ciudad puerto y concentraba gran parte del tráfico comercial del país (como en la actualidad). Muchos
barcos hacían escalas en la ciudad en rumbo hacia el interior del continente o
Europa.
El tasajo –carne salada- se elaboraba para el consumo de los esclavos, era uno de los principales productos de exportación, sus destinos eran Brasil y Cuba, países tropicales que facilitaban el contagio de la enfermedad. De allí en los barcos también llegaban mercaderías, marinos y pasajeros, que a la vez e inadvertidamente, actuaban como agentes de introducción tanto de los mosquitos como de la enfermedad.