Residencia del Sr. Francisco Llambí, edificio de los tiempos hispánicos (1834) |
El aspecto de la ciudad de Montevideo en aquella época propiciaba la propagación de las enfermedades y la reproducción de los mosquitos vectores de la enfermedad. "Era costumbre de sus habitantes orinar y defecar en las calles y en ciertos huecos, que se hicieron por ello famosos".
Tal hecho hizo que la Junta de Higiene propusiera en 1855: "Para que en la calle no haya charcos de orines y de inmundicias se prohibirá hacer las necesidades en ellas, y para conseguirlo se fijarán avisos en aquellos parajes donde se haya hecho costumbre orinar y se encargarán celadores para la vigilancia" (...)*
A veces ocurría que los pozos negros infestaban los aljibes. En 1859: El agua del aljibe de una de las casas de Montevideo empezó a enturbiarse. De acuerdo con la práctica seguida en tales casos se resolvió el desagote a fin de extraer el limo del fondo (...) se vino a descubrir que a una vara del aljibe existía un enorme pozo negro y que era de ese pozo que salían las filtraciones"**
*BARRÁN, José Pedro 2004 "Historia de la sensibilidad en el Uruguay" Tomo 1 La cultura "bárbara" 1800 1860, Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo, pp.22**
Ob. cit. pp.23
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