Cada etapa de la vida de los niños, niñas y adolescentes tienen características, necesidades y potencialidades distintas.
Es importante reconocer lo que viven, porque su capacidad de entendimiento, de razonamiento y de aprendizaje, así como otras características particulares, varían con la edad. Entenderlo es clave, porque no es posible exigir la misma capacidad de atención y comprensión a un niño de 1 año que a una niña de 5 años, y tampoco es posible aplicar las mismas sanciones.