Transcripción del audio del video
El 6 de diciembre de 1969 tuvo lugar uno de los conciertos gratuitos más grandes de la historia de la música y que fue capaz de juntar a más de 300.
000 personas.
Ese día el movimiento hippie se extinguió.
¿Pero cómo es posible eso?
¿Qué pasó en ese sitio para que se diese un punto de inflexión así?
No os preocupéis que yo os lo explico.
En este vídeo analizaremos el acontecimiento que marcó el fin de una era y hablaremos de uno de los sucesos que transformaron la cultura del siglo XX.
Además lo haremos utilizando como material de apoyo el documental Give Me Shelter del año 1969.
Y sin duda es un material único con imágenes espectaculares de todo lo que rodea a ese festival.
Empecemos por el principio.
Estamos a finales de los 60.
Meses antes se ha realizado Bustock con una participación cercana al medio millón de personas.
Con ese éxito como antecedente algunas bandas querían replicarlo pero en la otra costa.
Quienes se encargaron de organizar este evento fueron los Rolling Stones junto a Grateful Dead.
Bueno, para seros sinceros la idea original fue de los Grateful que aprovecharon a llamar a la banda británica que andaba algo dolido por no haber sido invitados al festival hippie.
Eso sí, todo el mundo asocia a Altamont con los Rolling porque durante su actuación un joven perdió la vida.
Pero para poder entender bien cómo llegó a pasar eso y las repercusiones que tuvo hay que ver el fallo.
Y ya os adelanto que todas las decisiones que tomaron en la gestión fueron erróneas.
Mirad, el espacio elegido no era la mejor opción.
Se habían barajado otras posibilidades como el Golden Gate Park de San Francisco pero no recibieron la autorización correspondiente.
El Ayuntamiento de la ciudad estaba al tanto de los incidentes que acompañaban los conciertos de los Rolling y no quisieron saber nada.
El siguiente de la lista era un circuito de carreras conocido como Sonoma Raceway por estar ubicado cerca de la ciudad de Sonoma.
Pues atentos porque el dueño del lugar se enteró de que iban a rodar una película durante el festival.
Y claro, quiso su parte del pastel.
Así que les exigía 100.
000 dólares y yo que sé, nadie está dispuesto a pagar eso y menos por un concierto gratuito.
Y ahora os voy a decir una cosa, si hubiesen sabido la que se les venía por delante seguramente hubiesen pagado bien a gusto esos 100.
000 dólares.
En fin.
Que a falta de dos días de la fecha que había dado Mick Jagger en una rueda de prensa encontraron otra localización.
Finalmente el lugar elegido fue un descampado sin apenas servicios.
Olvidaros de tener un buen parking donde aparcar o unas gradas desde donde ver a diferentes alturas el show.
No tenían nada de nada.
Pero eso no es todo.
Como habían tomado las decisiones de una manera tan precipitada, ni de coña había baños, agua ni puestos de bebidas suficientes para las 300.
000 personas que allí se agolpaban.
No quiero imaginarme cómo acabó ese sitio de sucio.
Y no solo era un problema de falta de infraestructuras, el equipo de música era totalmente insuficiente.
A más de 100 metros no se oía nada.
Y recordemos, 300.
000 personas.
Así que se apelotonaban muy por encima de sus posibilidades para ver si así oían algo.
Si habéis estado en algún festival, sabéis lo cómodo y feliz que te hace tener el sovaco sudado de un heavy o de un hippie en la cara durante la hora que dura un show.
Eso te levanta el ánimo.
Y me puedo imaginar que esa misma sensación de comodidad la tuvo la gente que participó en Altamont.
Para que os hagáis una idea, del nivel de chapuza, el escenario estaba levantado solamente un metro sobre los espectadores y la medida de seguridad era una barrera de ángeles del infierno.
Ay, como podéis ver, se empiezan a combinar muchos ingredientes que son de naturaleza explosiva.
Pues, ahora que ya conocéis el sitio, vamos con la cronología de los acontecimientos.
Santana fue el que abrió el festival cantando siete canciones.
En la media hora que estuvo en el escenario ya se sintió la tensión.
Hubo enfrentamientos y situaciones molestas que se solucionaron con algún que otro hippie herido.
Cuando terminó esa actuación los ángeles del infierno tuvieron una brillantísima idea.
Decidieron cruzar por mitad del concierto con sus motos, entre miles de espectadores, haciendo un alarde de Hago lo que quiero cuando quiero.
Y Peña, creo que esta escena es muy paradigmática y dice mucho de lo que se viene por delante.
Los siguientes en subirse a la tarima, bueno, por llamar de alguna manera a ese sitio, fueron los Jefferson y Plain.
Y aquí las cosas ya se van poniendo más calentitas.
De nuevo, durante el concierto volvió a haber peleas y en esta ocasión los músicos detuvieron su actuación para calmar los ánimos.
Bueno, pues el vocalista de este grupo fue enoqueado por uno de los moteros cuando intentaba parar la jarana.
Y diréis, joder, qué salvaje.
Pues no termina aquí, porque uno de los ángeles se subió al escenario y empezó a increpar al público y a los artistas.
Y por si os parece poco, mientras se daba toda esa situación, la banda andaba con palos de villar azuzando al personal.
Yo que sé, como que se sentía que el ambiente estaba enravecido, ¿eh?
¿No creéis?
Y así, más mal que bien, el festival avanzó hasta por la noche.
Los Rolling empezaron antes de tiempo, porque la otra banda que lo organizó, los Grateful Dead, después de ver el incidente con Jefferson y Plain, dijo que pasaba de formar parte del festival.
Vamos, que dejaron a los británicos tirados.
Y escuchad, porque esa no fue la única liada que les hicieron a los Rolling.
Los Grateful recomendaron utilizar como guardias de seguridad a los ángeles del infierno, con un argumento que era el siguiente.
Esto solo os va a costar 500 dólares más cervezas.
Y esta es una reflexión mía, pero tíos, que sois los Rolling, ¿cómo sois tan ratas para hacer eso por ahorraros un poco de plata?
De todas formas, al final del vídeo ya daré mi opinión sobre todo esto.
Ahora sigamos con esta historia.
Y bueno, se puede buscar una justificación a por qué hicieron eso.
El tema es que ya habían trabajado con esa banda de moteros en Reino Unido y los habían usado de seguridad.
El problema es que ahora habían contratado a la facción californiana de los ángeles, que era mucho más salvaje y agresiva que la londinense.
Pues eso, que se creían que iban a ser unos tipos británicos y educados que toman el té y no, no.
Eran gente chunga, de verdad.
Bueno, pues sigamos.
Mientras los Rolling estaban tocando la tercera canción ya se dieron los primeros incidentes.
Si veis el documental, mientras cantan, se nota la desconcentración de todo el grupo.
Algunos miembros dejan de tocar e incluso el propio Mick Jagger tiene que detener en varias ocasiones para pedir calma y amenaza incluso de que si siguen peleando, el concierto se acaba.
Fijaros todo el tiempo que debió de durar el incidente que hasta reiniciaron la canción.
Y entre empujones y gente muy pasada en el escenario, continúa el concierto.
No sé si se podría decir que continuó sin incidentes, pero sí con unos niveles de violencia que eran aceptables para los años 70.
En la séptima canción que interpretaron, las cosas sí que se pusieron feas.
Durante ese tema ocurre un asesinato en el público.
Sobre lo que pasó, hay un montón de declaraciones con distintas versiones.
Una de ellas dice que el chico fue a buscar problemas donde los ángeles y que les empujó la moto que hacía de barrera entre el público y el escenario, por eso los ángeles respondieron con fuerza.
Otros comentan que realmente fue increpado por su color y por tener una novia blanca y que por eso le dieron una paliza de muerte.
Yo viendo las imágenes que aparecen en el documental me he hecho mi propia idea y me he dado cuenta de que minutos antes ya se le puede localizar acercándose al escenario y disfrutando de la fiesta.
Mi hipótesis es que se acercó demasiado al escenario y que fue repelido por los ángeles.
Estos, viendo cómo actuaron el resto del día, es más que posible que le diesen una buena paliza.
El otro, cuando se levantó, sacó un arma.
Y como no soy él, no te puedo decir si era para intimidarlos y que le dejasen de golpear o para usarle y vengarse.
Lo que sí sé, porque en el documental se ve claramente, es que les estaron varias puñaladas.
Después, todos los implicados salen del plano y los testigos, unánimemente, cuentan que le dieron una paliza que pudo ser más mortal que los propios nabajazos.
Sea como fuere, el chico perdió su vida en ese concierto y eso generó un enorme shock dentro de la cultura hippie.
Además, no fue el único que perdió la vida esa noche.
En Altamont murieron cuatro personas.
¡Vaya fiesta se pegaban, eh!
Por si os interesa saber qué pasó con el verdugo, fue detenido y enjuiciado, pero salió libre porque alegó legítima defensa.
También se comentó que hubo más gente implicada aparte de este, pero la policía no encontró nada.
Otro dato de interés es que el concierto no se suspendió.
Mick Jagger no se enteró de lo que había pasado, simplemente vio otra escena más de violencia desde el escenario y como todo el día había estado así de tenso, no creyó que fuese nada más serio.
Después de ese incidente, la gente estuvo bastante más tranquilita y finalmente tocaron 15 temas.
¿Y qué repercusión tuvo este acontecimiento?
Pues un cambio en la juventud que percibió un duro golpe a su manera de entender el mundo.
La inocencia que predicaban no eran capaz de reproducirla en la vida real y ese incidente fue un punto de inflexión.
Empezaron a abandonar la filosofía del amor libre por un pensamiento más oscuro y decadente que acabaría culminando en el punk, pero bueno, eso es tema para otro día.
Por cierto, ¿os apetece ver qué imagen ha proyectado el cine de los punkis?
Si es así, dejadmelo en la caja de comentarios que sabéis que soy un tío de palabra.
Por otro lado, lo siento por los fans ultra de los rolling, pero los tipos se comportaron como auténticos capullos.
Supongo que el germen de todo está meses antes, cuando no los invitaron al festival de Bush Talk.
En mi opinión, creo que se quedaron con las ganas de participar en un evento tan masivo y decidieron organizar el suyo propio.
¿Cuál es el problema con esto?
Que los rolling ni son hippies ni entendían la filosofía de paz y amor que movía a Bush Talk.
Solo fijaros en las diferencias a la hora de organizarlo.
En el mítico festival hippie, que por cierto aglutinó a casi medio millón de personas, se sabía antemano que eso iba a ser ultra masivo e hicieron lo posible por ofrecer distintas actividades durante los conciertos para que así la gente no se apelotonara.
También tenían gurús y guías espirituales hippiando para limpiar el ambiente de mal rollo y yo que sé.
Que sí, es posible que Bush Talk fuese un caos pero al menos le pusieron algo de mimo.
De hecho, si queréis saber más, tenéis un documental llamado Bush Talk 3 días de paz y música donde se ve el inmenso esfuerzo humano que se pone en su organización.
Frente a eso, tienes lo que hicieron Lo primero, avisaron muy pocos días antes de la fecha exacta del festival, lo que no permitió que ni la gente ni la organización se preparasen.
Después se metieron en un despacho con unos cuantos abogados y se dedicaron a extorsionar y a intimidar a los propietarios de los lugares donde podrían dar el concierto.
Recordad que nadie quería alojar el evento y parte del esfuerzo fue conseguir un lugar.
Una vez que lo consiguieron, contrataron a un tipo con una pinta bastante sospechosa que decía que garantizaba el correcto funcionamiento de todo.
Y ya está, listos para recibir a 300.
000 personas?
Para qué estar pendiente o supervisar algo?
Aunque bueno, sabiendo cómo resolvieron el tema de la seguridad, no sé si sería buena idea que hiciesen nada.
Total, que los Rollings pusieron de manifiesto que no les importaba su público y ni siquiera la calidad del sonido o del concierto en general.
Ellos querían decir que han tocado delante de 300.
000 personas en su propio concierto y listo.
El resto les vale madre.
Y ya solo me queda recordaros que al terminar este vídeo estaré en mi otro canal jugando al Detroit que hoy probablemente es el día en el que nos pasemos el juego y hemos elegido la ruta más radical y revolucionaria que se puede.
A ver si los desarrolladores no me castigan por tomar esas decisiones.
Y atentos que después de terminar el juego os he preparado una grata sorpresa pero eso será para quien llega hasta el final de Después del Detroit.