Transcripción
Matilde siguió caminando. Se asomó al lago y vio a la familia de Antonio, el pato, parada al costado del lago.
- ¿Qué ha ocurrido Antonio?
- Es que hoy no hemos pescado nada y tenemos hambre. Mi padre está intentándolo por última vez.
- ¿Y por qué no picotean el suelo por unos gusanos?
- Lo que sucede es que no tenemos tus patas para rascar ni tu pico para hurgar.
Matilde escarbó en tres o cuatro sitios y trajo un puñado de bichos para Antonio y sus hermanos.
De vuelta a su casa encontró una pluma de pavo en el suelo, más adelante otra, y por último a Bruno llorando.
- ¿Qué sucede Bruno?
- Mis plumas están cayendo.
- ¿Estás enfermo?
- No, parece que sucederá cada verano ¿pero qué mostraré si no tengo mis plumas?
- Puedes pensar en otras cosas buenas que tengas Bruno.
- Me gustaría ser como vos, que tenés tus plumas siempre.