¿Cómo?
¿De dónde surgieron los piratas?
La historia es así:
Al conquistar los territorios americanos, España se había convertido de la noche a la mañana en el país más grande, más poderoso y más rico del mundo. |
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Los reyes de Francia y de Inglaterra veían con envidia cómo España se llevaba esas riquezas... sin compartirlas. |
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Entonces, franceses e ingleses se preguntaron: ¿cómo podríamos apropiarnos de esos tesoros? La respuesta demoró, pero llegó: ¡Con barcos! |
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Pero Francia e Inglaterra eran países pobres en esa época y no tenían naves propias. |
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Así, resolvieron firmar pactos con aquellos capitanes de barcos que, deseosos de aventura y riqueza, quisieran cruzar el mar y atacar los navíos españoles. |
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Esos pactos permitieron a los piratas disfrutar de lo que se llama patente de corso, es decir, «licencia para robar y saquear» que, con la autorización explícita del rey u otro gobernante, convierte esta actividad en lícita. |
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De esta manera, los piratas hacen sus "fechorías" dentro de un orden legitimado y bajo la protección de la ley (por más extraño que suene). |
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Por lo tanto, cuando los piratas regresaban de sus correrías, entregaban el botín conquistado a su rey y este les cedía una parte. ¡Y todos contentos! El rey con sus riquezas y el pirata con su parte del botín. |
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Aparece una doble lectura con respecto al pirata: para los atacados son mercenarios sin escrúpulos, mientras que para sus connacionales son patriotas e incluso héroes. |
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Así, en Inglaterra, la piratería se convirtió en un negocio legítimo y altamente rentable. |