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El cine encuentra sus musas en cualquier lugar donde se geste una historia interesante y no es de extrañar que la literatura sea una de las primeras y más importantes, en especial en estos días donde hay tantas sagas de libros exitosas llegando a la pantalla.
No es secreto que series de películas como El Señor de los Anillos, Las Crónicas de Narnia, Los Juegos del Hambre o personajes como Harry Potter o Robert Langdon nacieran en las páginas de gruesos y exitosos libros, pero que tal aquellos filmes cuyos orígenes literarios no son tan conocidos.
Mi nombre es Al Ramírez y los invito a ver algunos de ellos.
Forrest Gump es la película que le valió el Oscar a Mejor actor protagónico a Tom Hanks en 1995, pero muchos no saben que está basada en la novela del mismo nombre que fue por primera vez publicada en 1986.
Con un tono más pintoresco, la novela original nos ofrece a un Forrest descrito como más tosco y con grandes habilidades matemáticas que compensaban su falta de inteligencia.
Además, el Forrest original convivió con caníbales, fue astronauta en la NASA, luchador profesional y se hizo amigo de una simia llamada Sub.
Con un final sustancialmente diferente, la novela original tiene además una secuela llamada Gump y Compañía, en la que Forrest lidia con las consecuencias de ver su vida adaptada a una película e incluso llega a conocer al mismísimo Tom Hanks.
En 2002, el autor inglés Neil Gaiman vería publicada su obra Coraline, que siete años más tarde sería adaptada a una película animada en stop motion llamada Coraline y La puerta secreta.
Curiosamente, la mayoría de la historia fue respetada y muy pocos los detalles cambiados, aunque a pesar de ello el tono del libro se siente más lúgubre y el único cambio relevante es que en la película se incluye a Webby, un personaje que no existe en el libro, pero que ayuda al desarrollo de la trama de la película.
El gran truco nace en 1995 como una novela del autor Christopher Priest y que en 2006 es adaptada como guion por Jonathan Christopher Nolan y filmada bajo la dirección de este último.
En la novela original, la historia es presentada a través de los diarios de los magos Rupert Angier y Alfred Borden y aunque su base es respetada por la película de Nolan, rumbo al final ambas tramas se separan diametralmente con giros aún más fantásticos y un poco menos oscuros que, sin duda, no deja de ser recomendable tanto para los que disfrutaron de la película como para los que nunca la vieron.
Aquí en Séptima Función los invitamos a hacerlo, pero antes acompáñenos en el programa porque todavía tenemos sorpresas para ustedes.