Del jugo de uva al vino
Para que ese jugo de uvas se transforme en vino es necesario que actúen ciertos microorganismos que dan lugar a la fermentación: las levaduras.
En este proceso se necesita: levadura y azúcar.
Las levaduras se encuentran en los hollejos de las uvas. Cuando estas son trituradas, las levaduras se mezclan con el jugo. Los jugos azucarados de las uvas se extraen y se almacenan en condiciones anaeróbicas, es decir, sin oxígeno.
Las levaduras transforman el azúcar en alcohol y convierten el jugo de uva en vino.
Este proceso se llama fermentación alcohólica.
En este proceso, la levadura consume el azúcar que contiene el jugo y expulsa alcohol. A medida que la fermentación progresa, la cantidad de alcohol en el vino aumenta hasta alcanzar un nivel que resulta venenoso para las levaduras y estas mueren.
Durante el proceso de fermentación, la levadura produce un gas: dióxido de carbono (CO2), que se observa en la imagen formando burbujas.