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Recursos y técnicas

A continuación algunos recursos y técnicas que pueden ayudar a los adultos en la difícil tarea de educar y poner límites a los niños, niñas y adolescentes sin emplear la violencia. 

Presionar sobre cada cuadrante para tener algunas sugerencias.

ACUERDOS CLAROS

Decirle lo que debería hacer y lo que no

Ponerse de acuerdo entre los adultos de cuáles son  las conductas deseadas y decirles a nuestros hijos e hijas lo que esperamos que hagan o dejen de hacer, de manera serena, clara y firme.

La actitud del adulto debe transmitir seguridad, presentar un tono de voz firme y tranquilo y mantener el contacto visual con el niño, la niña o el adolescente.

DIALOGAR

Importancia de conversar sin miedos

A partir de conversaciones, madres, padres y cuidadores pueden guiar a los niños y niñas a imaginar y expresar los anhelos y metas para su vida, así como compartir momentos de reflexión acerca de las consecuencias de las acciones que realizan.

Se puede ayudar a expresar sus emociones, hablar de los conflictos y encontrar maneras para solucionarlos.

JUEGOS, MÚSICA Y LECTURAS

Aprendiendo a hacer cosas

A través del juego adultos y niños podemos compartir los mismos códigos y lograr una conexión desde lo emotivo, que ayudará a que los niños pequeños presten más atención sobre aquello que deseamos enseñarles. 

Por medio del juego y las canciones, niños y niñas pueden aprender a hacer cosas, por ejemplo: ordenar sus juguetes. 

CUENTOS

Leer cuentos

Es otra manera en que madres, padres y cuidadores podemos ir transmitiendo ideas acerca de las concepciones del mundo, además de ir estimulando el lenguaje, lo que, a su vez, proporciona más elementos cognitivos y emotivos para que los niños y niñas comprendan lo que las personas adultas esperan de ellos. 

COMPARTIR

Compartir gustos

Con los niños y niñas mayores, así como con los adolescentes, los adultos podemos lograr una aproximación similar.
Para dialogar mejor y obtener su atención conociendo y compartiendo algunas actividades de interés para nuestros hijos e hijas, como sus programas de TV, juegos electrónicos o temas musicales favoritos, por citar algunos ejemplos.  

CONDUCTAS POSITIVAS

Reforzar verbalmente las conductas positivas 

Madres, padres y cuidadores, cuando el niño, la niña o el adolescente tiene un buen comportamiento, podemos emplear frases como: «¡Qué bien!», «¡Te felicito!», «¡Lo lograste!», «¡Estoy orgullosa de vos!», «¡Cómo estas creciendo!», «¡Mirá todo lo que ya aprendiste!», «¿Te diste cuenta de lo bien que hiciste tus tareas?», entre otras. 

Estas palabras o expresiones les confirman y validan sus logros, en el proceso de ir aprendiendo a vivir en el mundo que los rodea. Al escucharlas, comprenden lo que los adultos esperan de él o ella y se sienten estimulados a seguir haciéndolo, para lograr el reconocimiento.