De los personajes de sus temas folklóricos, el gaucho es el más tratado y el más sentido.
Cuando lo interpreta realiza impresiones típicas del gauchaje indolente que se recuesta en palenques y tranqueras o cuando no se sacude en domas, enlazadas y boleos.
Blanes allí se permite una libertad que no es habitual en sus trabajos, y logra así obras perdurables.