Fue su preocupación primordial al regresar al país en 1864: pintar los "grandes asuntos" de la historia. |
Su disposición a emprender esta tarea estaba fundada en el propio clima político, social y cultural que se vivía en el país, donde se hacía necesaria la exaltación de "prototipos" para nutrir el sentimiento emergente de identidad nacional y contribuir indirectamente a la unidad política del Estado.
Rendición de Posadas en Las Piedras, óleo de Juan Manuel Blanes.
Blanes decía: "...el artista debe sacar a la superficie las verdades históricas que viven confundidas en el ruido del desasosiego político y social, para hacer con ellas ese arte, que no sólo da fe en la historia de las naciones, sino que ha de servir a la moral."
En el Juramento de los Treinta y Tres Orientales, que Blanes donó al gobierno uruguayo, consagró su nombre. Allí mostró la emoción épica de la gesta de Lavalleja a través del desembarco de los héroes en la playa de la Agraciada para libertar la patria invadida por el Imperio.